DESIDIA

El día está nublado, la gente no sale a disfrutar de su periodo vacacional el estado que tengo por momento es de una apatía inmensa.  Soy fuerte, no me afeitado y a duras penas e pasado por la ducha sin perfumarme con algún desodorante barato, que le vamos hacer es la amiga desidia que llama para que haga un viaje con ella. El cansancio es elevado y la relación con el medio es desconexión, son claros ingredientes de una lucha que siempre tengo que llevar contra corriente.

Tenemos por momentos en la vida una desidia que nos tiene atrapado en un total abandono. Nos cuesta mucho salir de esta espiral, porque  a mi manera de pensar, cuando estás en un periodo parecido al que tenía Diogenes…piensas que es la forma más  correcta de vida.

Solo un buen cafelito, un buen consejo o alguien que te quiera bien y te cuide llegara a cambiar a esa persona sumisa y abandonada. Son síntomas tan bajos de autoestima, no le das valor a tu higiene personal, tiendes a empatizar con el alcohol y pena en soledad. Tenemos que luchar a veces con esa miseria,  fuertemente para que no hagan grieta en nuestra autoestima. Una opinión al respecto es que este sentimiento puede ser pasajero y si uno se pilla una fiesta con amigos que hace tiempo no veía, que sea una no que sean muchas para crear risa artificial

Soy muy propenso al abandono a la desidia, al abandono, a posponer, a dejarlo todo para el sofá de lamentos y penurias. Es como esa gripe que se te pega al cuerpo como una sanguijuela, llegas tengo a acomodarte tanto a su estilo, que lo ves normal…pero no es la vida que te corresponde, a veces es conveniente agarrarse a todos los talismanes y demás gente positiva, manteniéndose uno al margen de toda la mierda negativa que produce el abandono.

Pararos a pensar, lucha con los kilos, lucha con el subconsciente, con la razón, con el equilibrio emocional, ansiedad, depresión, azúcar, manía, desidia…y un largo etc que se va generando a lo largo de la vida y que te va desgastando volviendo a síndrome que hablábamos al principio.

Es una lucha constante la salud y el mantenerse a flote en mundo lleno de peligros en el que tenemos que ser unos equilibristas y no pasarnos del límite. No somos nadie, pero si tu me lees y yo te escribo ya somos gente que conectamos y disfrutamos de un motivo bueno por el que no debemos de dejar de cuidarnos, con la lucha.

Yo no presumo pero cada vez estoy más orgulloso de la gente que tenemos por aquí, lo que pasa es que la rutina acaba cansando cono ya se lo dije a Maria es muy jodido desconectar en un pueblo donde siempre ves las mismas caras junto con las mismas gentes.

NO ME ABANDONEIS

pablo