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Tenemos un tiempo de perros, fuera del hemisferio de mi cabeza. Dicen que mañana nevará sobre los 700 metros, como no coja la cadena del wáter otro tipo de cadena no tengo para el coche, pero pasara lo de siempre: que no cuaja.

Me gustaría hablar un poco bastante sobre el tema de la mujer y la hostelería, con esto no quiero decir las que sacan mierda. Para mi tienen todo los respetos pues he de reconocer muchas cumplen con su trabajo haciendo más horas de la cuenta y están buenas. Algunos no las valoran por que una mujer con una escoba pierde todo su atractivo y si limpia la mierda de los otros la infravaloración de algunos idiotas es inmediata.

Las mujeres que trabajan en la hostelería y sigo englobando a todas, se enteran de todo, las más profesionales solo hablan con quien tiene que hablar de ciertos temas y van a los suyo sin meterse en líos. Es una profesión igual que otra, pero no es lo mismo un camarero que una camarera.

Una camarera, para un tipo como yo no solo es compañía que a veces se agradece, es entendimiento y comprensión. Por momentos escuchas lo que quieres oir, no te gusta, pero ellas sin forzar su empatía hacen que disfrutes de sus palabras, haciéndote participe e involucrándote en la acción de atender a la explicación.
Una camarera no tiene porqué tener un canon de belleza, de ese que nos meten por todos los lados. Con que ella tenga la autoestima alta, no sea clasista y sea simpática, será capaz de llevar al cliente a un estado de confort. Es raro que un hombre no quede, hipnotizado por sus cantos de sirena, quedándote al final en su bar y disfrutando de todo lo bonito que irradia.


Debo ir a cinco bares, en casi todos me atienden mujeres. Tenemos de todo, con algunas me quito el sombrero y con otros solo puedo quitar la cartera. El que conozcan la historia del cliente, da pie a que la camarera también pueda actuar, con más confianza y poderse tomar licencias.
Si en un bar tenemos un camarero, obtengo otra confianza que no necesito ganar o que el propio empleado no tiene que  emplear casi sin esfuerzo. Es el entendimiento del mismo sexo, el único problema es el no conocerse y romper el hielo.

Son tantas imágenes en la memoria, tenemos a una chica con bandeja acercándome un bocata y diciéndome aproveche, después vemos a otra sirviéndome un cerveza y sonriéndome, levantando las sillas para fregar, limpiando la cafetera, haciendo el crucigrama, haciéndote soñar…ponme otra BUENAS NOCHES

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